Blog profesional de 4 amigos y alumnos de magisterio infantil de la universidad autónoma de Madrid.
miércoles, 8 de octubre de 2014
Cuento TIC Gustavo Jesús Gómez Gómez
Esta es la historia de un joven profesor del Colegio San Buenaventura de Madrid, un colegio de gran prestigio dado por las notas académicas de sus alumnos, pero… ¿ESOS ALUMNOS REALMENTE ESTÁN APRENDIENDO? ¿DISFRUTAN APRENDIENDO?
Nuestro profesor, Fernando, se ve envuelto en un sistema educativo totalmente clásico en el cual cada profesor imparte sus clases de la “típica” forma, es decir, entra en clase, no saluda, los alumnos inmediatamente sacan sus libros de texto y se sumergen en un mundo de aburrimiento en el que hacen que atienden a su profesor, y este les suelta todo el contenido del tema dándole igual la situación de los jóvenes.
Fernando en sus estudios universitarios de Magisterio tuvo un profesor de tecnología el cual decía que en el futuro las clases iban a cambiar gracias a la tecnología y al uso de aparatos electrónicos como ordenadores, proyectores, etc. Este profesor era todo lo contrario a los demás profesores, era un hombre apasionado por la tecnología y se veía que cada clase que daba disfrutaba enseñando y sobretodo viendo como sus alumnos disfrutaban aprendiendo; de ahí que Fernando le tuviera un gran aprecio.
Clase tras clase, a Fernando le fue llamando cada vez más la atención el modo de dar las clases que tenía aquel profesor suyo, por lo que le pidió muchos consejos y sobretodo ayuda, porque no es que se le diera muy bien la tecnología en aquel entonces.
Al cabo de unos meses en la universidad, a Fernando le entró la curiosidad de cómo ese profesor había tenido la decisión de impartir clases de esa materia y de dar las clases de una forma amena a diferencia de los demás profesores. Entonces Fernando y el profesor entablaron una conversación de lo más interesante:
- Profesor, ¿por qué usted no da las clases como los demás?
- ¿A ti te gustan las demás clases? –dijo el profesor a Fernando-.
- Pues bueno…son aburridas pero son sencillas.
- ¿Y qué opinas de la mía? –le preguntó-.
- Si te digo la verdad, era una asignatura que detestaba debido a mi torpeza en este entorno tecnológico, pero usted hace que aprendamos, poco a poco, y lo más importante, haciéndonos sentir a gusto y divertirnos a la vez que aprendemos; no sé, a veces parece que tú eres otro alumno –dijo Fernando riéndose-.
- Pues ahí tienes la respuesta. Doy las clases de una manera más participativa para que no estéis aburridos, os enseño vídeos, fotografías y utilizamos programas para aprender porque es una manera distinta y lo más importante, moderna y activa, que es lo que apetece por parte de los jóvenes.
Desde este momento, Fernando tuvo las cosas muy claras y se concienció que si en un futuro llegaba a ser profesor, nunca daría una clase de la forma en que todos los profesores la suelen dar, sino como su profesor de tecnología lo hacía.
Al cabo de unos años, Fernando terminó la carrera y consiguió un puesto en el Colegio San Buenaventura de Madrid. En la entrevista le mostraron y explicaron todo el material y la metodología con que iba a trabajar. Para ser exactos, la manera de impartir las clases en ese colegio era igual que la que tenían sus antiguos profesores: coger los libros, “soltar el rollo” y esperar a que termine la clase.
Desde el primer momento a Fernando se le pasó por la cabeza comentar al director la forma en que quizás se deberían dar las clases, pero pensó que era muy arriesgado que nada más llegar, un joven sin experiencia se atreviera a decir eso al director de un colegio que lleva años dando clases así y obteniendo buenos resultados. Fernando decidió seguir los pasos que le comentaron en sus clases y comenzó a fijarse en sus alumnos, si venían a clase con ganas, si participaban, etc.
Las caras de sus alumnos lo decían todo, la posición en la que estaban sentados dejaba también las cosas muy claras: que si uno tumbado en sus brazos, otro sujetándose la cabeza a punto de dormirse, otro distrayéndose con un lápiz… Esto no hizo más que preocupar a Fernando, pero decidió continuar con ese método de dar las clases.
Al cabo de unos meses, ya realizados los exámenes, Fernando se quedó sorprendido porque las notas eran buenas en la mayoría de la clase, a pesar de la poca atención e interés que mostraban sus alumnos, pero en comparación con otros profesores de otros años, las calificaciones habían disminuido, cosa que preocupó mucho a Fernando y le dio por pensar. Estuvo muchos días planteándose si era culpa suya, de los alumnos, de su forma de dar las clases, si tiene que ser fiel al método de enseñanza del colegio o si debía aplicar lo que su profesor de tecnología le enseñó.
Pues bien, estando Fernando en su casa viendo la televisión, en las noticias apareció cómo en muchos países las clases se impartían con aparatos electrónicos y elementos tecnológicos, y mostraron una tabla de estadísticas y porcentajes de que los estudios con esos instrumentos y esos métodos tecnológicos eran más altos que con los métodos tradicionales. En la noticia aparecían también entrevistas a los alumnos de distintos colegios internacionales en la que les preguntaban si preferían dar clases con libros y apuntes o con proyectores u ordenadores; claramente la respuesta fue con proyectores y ordenadores.
Rápidamente Fernando cogió su ordenador y buscó desesperadamente aquella noticia en la que se mostraba el método tecnológico de impartir las clases y sus beneficios. Finalmente lo consiguió y se puso en contacto con el director del colegio en el que trabajaba y le pidió por favor que le concediera una reunión en la que asistieran todos los profesores del colegio. Tras la sorpresa y la insistencia de Fernando, el director organizó la reunión.
Llegado el día de la reunión, Fernando se dispone a hacer algo de lo que podría estar orgulloso toda su vida: convencer, con el video de la noticia del telediario sobre las nuevas tecnologías y su inclusión en las clases, de que deben realizar un cambio en el modo de dar las clases a un ámbito más tecnológico, lo que le da más ganas y motivación de aprender a los alumnos.
Al principio como estaba claro, los demás profesores no estaban de acuerdo con Fernando, pero éste sabía que responderían así, por lo que llevó como datos el vídeo, las tablas de estadísticas y porcentajes, y para que se dieran cuenta de que sus clases tenían algún fallo, Fernando entrevistó a algunos de sus alumnos sobre el modo en que se daban las clases en el colegio.
Al ver todo eso, se dieron cuenta de la realidad, sus clases resultaban aburridas incluso para los mismo profesores, lo que dio mucho por hablar en la reunión. Poco a poco se fueron uniendo más profesores a la propuesta de Fernando. Todos, incluido hasta el director, salieron muy contentos con aquella propuesta y al cabo de unos días se realizó una recogida de firmas para que el colegio comprara todo tipo de material tecnológico para hacer posible un nuevo modo de dar las clases.
Como podéis imaginar, la recogida de firmas fue un éxito a pesar de que hubo padres que se negaron debido al precio que requería comprar todo el material y los recursos. Pero se logró que el colegio comprara las pizarras digitales, ordenadores, “tablets”, etc. y todo esto fue gracias a Fernando el cual agradeció a su profesor de tecnología de la universidad por haberle aconsejado sobre el tema.
Los datos académicos de los alumnos del Colegio San Buenaventura aumentaron considerablemente. Esto dio un empujón al colegio en cuanto a popularidad y mejora del nivel de estudio, y sobre todo los profesores cambiaron su actitud, su forma de trabajar, mejoraron las relaciones entre alumno y profesor…
Los chicos tenían un cariño especial a Fernando por todo lo que hizo, ya que desde el momento en que les hizo la entrevista a cada uno de ellos, la relación entre él y ellos pasó a ser como la que tuvo él con su profesor de la universidad.
Las caras de los niños eran totalmente distintas a la hora de ir al colegio, sabiendo que no van a tener que oír a un profesor recitar el tema entero de cada asignatura, sino que podrán participar y aprender de una forma nueva y mucho más apetecible y activa.
Los demás colegios viendo el éxito que tuvo el colegio donde trabajaba Fernando, decidieron dar el mismo paso y adentrarse en el mundo de las nuevas tecnologías en la educación. El cambio de un tipo de enseñanza sin la tecnología a otra con ella, es un cambio realmente sobresaliente tanto para los alumnos, como para los profesores, incluso como para los padres. La tecnología es algo que puede facilitar mucho el aprendizaje.
AHORA SÍ QUE SE PUEDE CONTESTAR A LAS PREGUNTAS DEL PRINCIPIO DEL RELATO: LOS ALUMNOS ESTÁN APRENDIENDO, Y ESTÁN DISFRUTANDO APRENDIENDO.
FIN.
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Soy Marcos Menéndez Lázaro
ResponderEliminarEtse relato, me gusta porque dejabien reflejadas al menos dos puntos claves, que para mi parecer son muy importantes.
Primero creo que la postura del joven profesor es muy interesante y positiva, porque quiere evolucionar con la sociedad para que se consigan mejores resultado.
Y segundo es que el profesor a pesar de no tener conocimientos avanzados en las nuevas tecnologías se arriesga e incluso pide más materiales para que se pueda realizar el proyecto que el siempre ha tenido en mente desde que llegó al colegio.
Por lo general me ha gustado bastante este relato.
enhorabuena Gustavo, me ha gustado bastante, es una narración muy buena, ya que desarrollas muy bien los problemas que se presentan en las clases y en las familias con el tema de las nuevas tecnologías, me gusta también como has relacionado las dos realidades de que se dan, la del uso de las tic y la de la enseñanza tradicional.
ResponderEliminarcreo que todos hemos tenido alguna que otra vez ese tipo de profesor que actúa por lo tradicional y lo mas fácil, en lugar de motivar a los alumnos y hacer las clases mas atractivas y dinámicas para un mayor rendimiento de estos, utilizando las tic en la educación.
UN SALUDO GUS, tu compi y amigo Gonzalo.
Muy buen trabajo Gustavo, en parte me recuerda a como he querido enfocar yo mi trabajo y eso me ha gustado mucho, la representación de las dos metodologías para mi existentes hoy en día una mas tradicional y una moderna por así decirlo vinculada a las TIC.
ResponderEliminarComo todos ya sabes y tu comentas el buen uso de las TIC en la educación mejora el rendimiento de los alumnos.
JAVIER GUADALIX JIMENEZ